domingo, 23 de noviembre de 2014

Don Juan Tenorio

Había una vez unos primos que estaban pasando sus últimos días juntos dado que ella debía irse lejos de allí. Estos decidieron ir a dar un paseo por el monte de la Ánimas dado que ella estaba muy interesada en saber si eran ciertas todas esas historias que se escuchaban en las tierras de donde provenía y que eran aterradoras, a la luz del día parecía un monte como otro cualquiera con conejos, ciervos, jabalís... Hasta que se percato de que había alguien o algo que les estaba observando, avisó a su primo que no daba crédito a lo que oía y muy a su pesar tubo que echar un vistazo por la gran perseverancia que mostró su prima, según se iba acercando hacia el matorral donde su prima creía haber visto algo el corazón comenzaba a latirle hasta tal punto de que pensó que de esa no salia, sin embargo armándose de valor se asomo de golpe sin pensarlo en el matorral donde su prima le había indicado desde la distancia, para su alivio no vio nada y se dio la vuelta para volver al lugar en el que se encontraba su prima y darla la buena noticia, pero justo en ese momento algo le cogió del pie y le empezó a arrastrar hacia el interior de los matorrales con más fuerza que la suya, vio la imagen de un ogro del matorral (la especie más peligrosa del mundo después de los vampiros en aquella época, sin embargo por una razón que nadie se explica consiguió salir de ahí y volver al galope con su prima hacia el castillo.
Por la tarde el le regaló a su prima un presente muy valioso dado que era tradición el aquel lugar regalar un presente en esa época del año, al preguntar el chico a su prima por el regalo le contesto que se la había quedado un pañuelo en el bosque de las Ánimas y que ese era su regalo, así que el apuesto primo se dirigió hacia el bosque para buscar el pañuelo, aunque aún seguía aterrorizado por el incidente de aquella mañana a lo largo del trayecto intentó no pensar en ello hasta que empezó a oír ruidos por cada matorral que pasaba, y se percató como su prima en la mañana anterior de que el ogro de él matorral se dirigía corriendo hacia él, intentó reaccionar pero no pudo hacer nada para evitar que el ogro le retuviese contra su voluntad en un oscuro lugar del bosque, el ogro se disponía a empezar a devorarle empezó a correr hacia el matorral más cercano, el chico creyendo que le había conseguido convencer para que no le devorara se dio la vuelta para dirigirse hacia el lugar donde su prima creía haber perdido el pañuelo, pero detrás suyo había un vampiro que le mordió y le convirtió en vampiro como él, lo siguiente que hizo fue coger el pañuelo de s prima y dirigirse hacia el castillo, donde se lo entregó y seguidamente la mordió para que sintiese lo mismo que había sentido él.

1 comentario:

  1. Miguel, tengo que admitir que el trabajo es bastante aceptable y meritorio en lo que a esfuerzo y dedicación se refiere. Creo que te has puesto las pilas, no has querido salir del paso haciendo cualquier cosa sino que has redactado un texto bastante aceptable y digno de elogio, insisto. Ahora bien, a nivel de la expresión me temo que no puedo elogiarte tanto, porque cometes algunas incorrecciones que impiden (lamentablemente) que aplique contigo la reducción de ortografía prometida en el próximo parcial. Te señalo algunas de ellas:

    -¡Escribes "tuvo" (del verbo tener) con be! Me están sangrando los ojos. "Tubo" con be es el que sale de tu fregadero y va a parar al desagüe, a las tuberías, también con be, por cierto. La regla es muy sencilla, Miguel: como el infinitivo del verbo "tener" no contiene ni be ni uve, si dudo a la hora de conjugarlo porque aparezca el sonido que representan estas letras, escribo uve, porque en el infinitivo no tiene be. "Tuvo" con uve, por favor.

    -No pones tildes. Te faltan algunas como "hasta que se percato de que había alguien o algo", donde debería ser "percató", o "armándose de valor se asomo de golpe", donde debería ser "se asomó", aguda. No es tan difícil y demuestra que ha faltado una revisión concienzuda por tu parte.

    -El plural de "jabalí" no es "jabalís" sino "jabalíes".

    -Dejo para el final un error que te he señalado varias veces y que es conveniente que depures cuanto antes: no puedes seguir escribiendo comas cuando acaba un enunciado y empieza otro, sino que ahí tiene que aparecer un punto seguido. Ya te dije cómo darte cuenta de esto: tan solo tienes que releer en voz alta y atentamente tu escrito una vez has terminado de redactarlo y ver dónde haces pausas un poco mayores, más largas, y señalarlas con un punto seguido. Estas pausas casi puedes alargarlas hasta el infinito sin que el texto pierda su sentido, mientras que con las comas no pueden hacer eso mismo.

    Te recomiendo que mejores estos aspectos cuanto antes, porque en Bachillerato cualquiera de ellos está bastante mal considerado, y que intentes alcanzar la perfección ortográfica en la carta al director para ver si puedes conseguir la reducción en el apartado de ortografía en el próximo parcial. Ánimo.

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